Seaspice @ Miami

Hay lugares que simplemente gustan. En mi caso, me declaro aficionada de los Estados Unidos. Me gusta la música country, los pancakes con sausage, el baseball, el rodeo, el shopping en sus grandes malls, su industria del entretenimiento (en todas sus presentaciones: shows, cruceros, circo, conciertos, etc.), ser princesa Disney cada que visito sus parques, y por supuesto, sus grandes ciudades.

Dentro de estas megalópolis, si bien soy amante de varias de ellas, en esta ocasión hablaré la ciudad más famosa de Florida. Miami es bien conocida por albergar la casa de descanso de muchos célebres latinos, donde se encuentra una de las playas más famosas del mundo, no necesariamente por el mar, sino por el ambiente que en ella se vive, rodeada de altos edificios y centros comerciales. Miami es sinónimo de fashionismo, fiesta y glamour.

Si bien la pandemia ha limitado muchas cosas, los Estados Unidos no solo tienen ya a más del 50% de su población vacunada, sino que, para poder ingresar al país, es necesario haber salido negativo en pruebas de COVID. Estos factores, más el uso obligatorio de mascarilla y gel en todo espacio público, hacen que el estar en ese país se sienta mayor confianza y tranquilidad.

Con esto sabido, y con motivo de la despedida de soltera de una de mis grandes amigas, lo que iba a ser un evento masivo de mujeres mexicanas, se convirtió en una pequeña reunión de 5 que fue suficiente para pasarla increíble.

Foto by @seaspice

 Seaspice es uno de los lugares de moda de Miami y no tengo duda de que merece ese calificativo. Ubicado a la orilla de Miami River, la vista es maravillosa, hacia el rio, donde se pueden ver los yates pasar y el atardecer. Incluso, Seaspice cuenta con su propio muelle en el cual pueden arribar sus comensales y hasta estacionar sus embarcaciones. Con amplias terrazas y mesas, la demanda por una de ellas exige a sus comensales reservar con días de anticipación. Aunado a ello, la música del lugar es bastante rica por la tarde y más fiestera por la noche.

Pero lo más importante para estas crónicas gastronómicas es sin duda hablar de su cocina. Calificada como cocina de autor, los alimentos y bebidas del lugar merecen amplia consideración.

 

Empezaré por las bebidas que, si bien uno puede pedir cualquier bien conocido trago, la carta ofrece varios cocteles dignos de degustar. Aquí los dos que yo recomiendo:

Cloud 9. Delicioso Martini de lychee, agave y cerveza de jengibre, fresco, rico, amable, con una flor de orquídea decorando su llegada. Me encantó.

 

Espresso Martini. Vodka, espresso y Kahlua, fuerte y atractivo, cada sorbo levantaba la energía como shot directo.

 

Sobre los platillos, sobra decir que me fui con todo y me dejé deleitar por varios de los platillos del lugar.

 

Local Baby Arugula Salad. Ensalada fresquísima de arúgula, acompañada de aguacate, rábanos, jitomate cherry de diferentes colores y queso parmesano. Su calidez abrió deliciosamente el apetito para la comilona que seguiría.

 

Maine Lobster Risotto. Delicioso risoto azafranado acompanhado de cola de langosta com um poco de queso parmesano. Definitivamente cada bocado fue um manjar digno de repetir.

 

Baklava Cheescake. El postre fue el gran cierre de oro, pay de queso acompañado de nueces, pistachesy miel, que al compás generaban una mágica explosión de sabor.

 

El lugar presta a la convivencia por muchas horas, sin embargo, es tal la demanda que tiene, que las reservas se permiten por máximo 4 horas, momento en el que te invitan a pasar al bar donde puedes seguir consumiendo y pasándola bien.

 

Así pues, queridos amantes del buen comer®, el buen viajar y la buena vida, si en sus próximos destinos está Miami, no olviden hacer su reserva para este grandioso lugar.




 

¡Buen Provecho!

Amante del Buen Comer®

Comentarios

Entradas populares