El Bismarkcito (La Paz, BCS)

Me encanta que la vida, a través de mi gente, me lleva a lugares maravillosos que me sorprenden con su belleza y me reciben con calidez.

Para los que somos viajeros, muchas veces tendemos a “encajonar” los lugares en las clasificaciones que cada uno va haciendo a lo largo de su camino: “Ciudad con edificios grandes”, “pueblo mágico”,  “sitio cultural”, etc. Sin embargo, hay ocasiones en las que aparecen lugares que rompen esos esquemas. Así me ha sucedido en mis últimos viajes al norte del país. En mi cabeza, originalmente “las playas” tenían referencia al caribe o al Pacífico del suroeste de México, donde el clima es cálido, los colores del mar tienen ciertas tonalidades y el paisaje es acompañado con cierta vegetación. 

En estos últimos meses, he tenido la oportunidad de estar en diferentes playas norteñas del país. Desde Los Cabos en Baja California, pasando por San Carlos en Sonora, (cuyas reseñas pueden encontrar en este blog), y ahora La Paz, en la Baja Sur, me han abierto el horizonte a las majestuosidades que ofrece el “desierto marino”. Lo refiero así porque ese contraste de escenarios de cordilleras montañosas llena de cactáceas, con tonalidades azules del mar que yace a sus faldas, es un escenario que me ha cautivado con fuerza y felicidad.

La boda de mi mejor amigo me llevó a tierras paceñas, donde además de asombrarme con sus majestuosas playas (Balandra sobre todo), su malecón arropador  y su multicolor paisaje, comí delicioso. El norte de México es una chulada para los glotones. 

El viaje fue muy corto pero no quiero dejar de hablar de este lugarcito mágico que tienen que visitar cuando anden por estas bellas tierras: El Bismarkcito. Ubicado enfrente del malecón, recomendado por locales, este lugar ofrece una deliciosa carta llena de manjares marinos que, con solo leerla, abre el apetito a cualquiera.

Mi amigo y yo decidimos pedir algunas delicias al centro para rematar con nuestro plato fuerte. Aquí algunas maravillas que pueden degustar ahí.

Callo de hacha. Uno de mis favoritos del mar es este sabroso molusco. La preparación fue sencilla pero acertada, con una salsita verde tenue, cebollita morada y pepino. Digno frescor y sabor para empezar.

Almejas al natural. Imponentes, 6 enormes almejas hicieron su arribo para deleitarnos con su sabor. Una salsita tipo pico de gallo con piña, acompañó a estas delicias.

Papá al horno con langosta. Mi plato fuerte fue esta ricura de enorme tamaño que permitió cerrar la comilona marina con fuerza y gusto. 

Todo ello acompañado de cerveza, buena charla y maravillosa vista, hizo de esa tarde un rico momento digno de estas líneas. 

Así pues queridos amantes del buen comer, si tienen la oportunidad, no dejen de poner en su lista de lugares por visitar a las playas norteñas de nuestro bello México, créanme lo van a disfrutar. 

¡Buen provecho!

Amante del Buen Comer 

Síganme en IG @adelbuencomer

Y en Facebook Amante del Buen Comer